Llegó momento de despedirme de India, al menos de esta primera experiencia. En algún lado me resulta extraño decir que es una despedida. Ya siento que este lugar me pertenece y que me llevo adentro mío todo lo que pude tomar y dejo todo lo que quise dejar.
Seis meses desde que llegué. Por momentos parece ayer. Por momentos me parece super lejano. Evidentemente la Cande que llegó el 6 de diciembre y la Cande que se está yendo el 28 de mayo no es la misma, y a la vez sí. Será una versión de mí más pulida. O mejor dicho. Una versión de mi en ese centro que no sé quién ni qué podrá arrancarme.
Pasé de todo en estas tierras. Descanso profundo, de-stress, cursos, desapegos y apegos, reencuentros, nuevos encuentros, amigos, hermanos, gente que entró en mi vida y se fue, gente que entró para quedarse, nuevos gustos de comida, hambre y disfrute al comer, más cursos, más desafíos, voluntariado, darme cuenta que hacer 'seva' es una actitud de vida que ya está adentro mío, amores falsos, amores, desamores, tesis, carburación de cerebro izquierdo, también del derecho, viajes, pero sobre todo los que van hacia adentro, silencio, ruido de bocinas, música, baile, sonrisas, lágrimas, sobre todo de esas que expresan gratitud.
Hubo un hilo conductor en todo esto, que ya lo traigo hace años, pero que acá se profundizó aun más: mi práctica. Las técnicas se respiración, de meditación y yoga.
Me voy feliz de haber cumplido con la primera regla del Ashram. Podes venir con todos tus problemas, pero no te podes ir con ellos.
Los desafíos fueron muchos, muchos más de los que conté acá. Pero venga lo que venga una sonrisa. A atravesarlo. Y seguir seguir y seguir caminando.
La gratitud me desborda hasta las lágrimas. Y feliz de volver a casa. Mi otra casa.
Gracias por haber seguido esta aventura. Como dije. Debo muchas. Así que seguirá.
Jai Gurudev. Saludo lo más profundo que hay en ti.
Les pertenezco.
miércoles, 27 de mayo de 2015
Last but not least
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